El enemigo invisible
Un enemigo invisible, de magnitud descomunal, que pretende controlar todos nuestros pasos, todas nuestras acciones, todos nuestros pensamientos. Un enemigo perceptible para pocos, que acecha nuestras conexiones, que recopila nuestra información, que investiga por dónde vamos, con quiénes interactuamos, que escucha lo que decimos y que pretende saber más de nosotros que nosotros mismos. Un enemigo dispuesto a lo que sea por mantener un delicado equilibrio en el que se sabe ganador: una situación de asimetría informativa, siempre termina ganando el que todo lo ve.
Quien critique o dañe la imagen de este enemigo invisible será perseguido, acusado de delitos con una base absolutamente absurda, y amenazado de muerte por políticos de países supuestamente civilizados. Su empresa se verá perseguida hasta el punto en el que le cortarán todas sus posibles fuentes de financiación.
La mayoría de las sociedades desarrolladas ha determinado que muchas de las cosas que antes tenían lugar en secreto, dejen de transcurrir en la oscuridad. La red es la herramienta más poderosa para que los ciudadanos en las sociedades democráticas pongan en práctica una supervisión completa sobre las actividades de sus teóricos representantes, los políticos.