La sociedad conformista
Vivimos en una sociedad conformista, la tecnología moderna ha permito grandes avances para la comodidad de las naciones y cada día ganar dinero se convierte en un objetivo que menos esfuerzo físico necesita.
Comunicarnos es más fácil, podemos hablar con personas que sin Internet sería completamente imposible y podemos participar de comunidades internacionales sin salir de nuestro pueblo, e informarnos a cerca de lo que realmente está ocurriendo.
Pero pareciera que estos beneficios justifican cualquier tipo de pisotón en contra del control sobre nuestra propia vida. Comunicar un mensaje rápido y eficazmente parece justificar el regalo de tu biometría, tu ubicación, tus preferencias políticas y tus creencias religiosas.
Pero esto no es evidente. Cuando enviar un mensaje parece ser tan simple como hablar, ya que con el software ordinario no podemos saber qué implica la utilización de tal medio de comunicación, terminamos poniendo nuestras actividades a merced de nuestros gobernantes, en los cuales nadie debería confiar.
Hoy en día sabemos que utilizar Facebook implica dar información a la tiranía para manipular el orden de la sociedad, manipulando nuestras preferencias tras el uso de nuestros datos personales, ya que no se trata a cerca de ocultar un secreto, se trata de que estamos entregando el control sobre nuestras vidas, entregándoles el control sobre nuestra vida.
Esto se hace aún más impresionante cuando los *usuarios* voluntariamente permanecen utilizando estos instrumentos forzando y promoviendo a los demás hacer actividades sabiendo que está mal, porque ponen en riesgo el control sobre la vida de sus propios amigos, empleados y familiares.
Cualquier empleador, padre y amigo que invita o recomienda el uso de estos instrumentos pone en riesgo a sus hijos, amigos y trabajadores, pero esto no solo los afecta a ellos sino también a quien invita y/o promueve el uso de estos instrumentos del poder injusto.
Porque perderás a tus amigos, familiares y empleados, porque no habrás estado respetando el derecho natural de cada hombre, mujer y niño para tener el control sobre sus propias actividades, entregando a tu prójimo en bandeja de plata al enemigo.
Entonces, nos vemos en una sociedad conformista, que no valora la libertad, que prefiere ser un arrendatario y vivir en la comodidad, con tal de no hacer sacrificios para tomar el control sobre sus propias actividades, dejandose pisar, perdiendo su propia libertad y la libertad de sus amigos, familiares y empleados.